Cada pareja, o familia, espera con ansias la llegada del verano y las vacaciones. Durante todo el año, por el trabajo, se cae en la rutina y son estos esperados días veraniegos que, a priori, deberían ayudar a relajarse y pasar buenos momentos con los seres queridos. Pero, en ocasiones, uno no imagina que al terminar las vacaciones existe la posibilidad de sufrir la ruptura en el matrimonio o en la pareja.

Las estadísticas lo confirman

Según las estadísticas que realiza el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), disponibles en el Resumen de Divorcios, Separaciones y Nulidades ingresados desde el 2007 hasta el primer trimestre del 2018,  el último trimestre del año es el que más demandas de nulidad, separaciones y divorcios recibe España.  Sobre todo, esta diferencia se ve muy pronunciada en comparación con el trimestre anterior, es decir, los meses de verano.

Varios estudios sociológicos y de comportamiento de las parejas durante las vacaciones han demostrado, que al pasar más tiempo juntos, pueden sentirse presionados, causa que les puede llevar al borde del divorcio. Es cierto que cuando una pareja está bien, las vacaciones suelen unirla aún más; pero cuando existen ‘fisuras’ en la relación, estos días libres de trabajo pueden ser su punto y final.

Durante el verano, las parejas pasan de verse 2 o 3 horas diarias de media a estar las 24 horas juntas y, muchas veces, en un mismo espacio. Además, pueden estar acompañadas de los niños y/o de su familia política. Aquí es donde aparecen los pequeños conflictos y las diferencias que durante el resto del año se han ido aparcando.

Tal como afirma el Instituto Nacional de Estadística (INE), la duración media de los matrimonios son 16 años. Si después de tantos años de convivencia y momentos juntos, le sumamos los días grises y rutinarios que llegan con el mes de septiembre, las personas que se separan pueden llegar a experimentar profundas depresiones. Cuando terminan todas las gestiones legales, queda un vacío enorme y la persona divorciada se siente perdida.

Es aquí cuando llegan las soluciones de Harmonia Integrativa, un proyecto con el cual pretendo fusionar los servicios de coaching, interiorismo i/u organización de la vivienda e imagen personal. Así mismo, con el programa estrella In Out Planner acompaño a la persona divorciada en el aspecto emocional; reestructuro y organizo su vivienda, creando un hogar adecuado para este nuevo single; y le asesoro en los aspectos de imagen personal.

¿Qué ofrezco con Harmonia Integrativa?

Soy coach e interiorista que, después de vivir en un entorno de separaciones y divorcios, decidí dedicarme de manera profesional a proporcionar este cambio integral a los divorciados. Harmonia Integrativa llega para crear armonía y bienestar tanto interior (los pensamientos, las emociones, las inquietudes, etc.) como exterior (el confort y la paz en la vivienda junto a la seguridad y autoestima de uno mismo) en aquellos que más lo necesitan. Me dirijo a personas que en este momento están pasando por un cambio en sus vidas y necesitan acompañamiento y asesoría para integrarse a un nuevo entorno.

In Out Planner es un concepto que no ha existido hasta la fecha. En un momento de ruptura, el primer paso es hacer un buen coaching con la persona afectada, ya que lo más importante y lo primero a conseguir es la estabilidad emocional interior. El segundo paso, es poner orden a la vivienda, es decir, en algunos casos adquiriendo una nueva y en otros haciendo cambios a nivel de organización, decoración, etc., eliminando elementos que a la persona divorciada ya no le aportan felicidad y añadiendo aquellos que le proporcionarán confort, armonía y equilibrio al llegar a casa.  Y, por último, realizo la asesoría de imagen, es decir, trabajo la imagen personal alineada con la manera de ser, de expresarse y de la esencia en general de la persona divorciada. Es un acompañamiento progresivo, siempre desde dentro hacía fuera.

Además del In Out Planner, con Harmonia Integrativa ofrecé cursos y talleres especializados en estas tres vertientes como, por ejemplo: Taller de autoconocimiento en la vertiente de coaching; Taller para  armonizar y crear hogar, en la vertiente de organización y decoración; o talleres para conseguir ser la mejor versión de uno mismo en la vertiente de asesoría de imagen. Todos ellos no solamente estarán abiertos para las personas divorciadas, sino para todos aquellos que quieran aprender a mejorar y gestionar cambios en sus vidas.

Aparte de estar especializada en coaching, llevo más de 25 años en el sector del interiorismo. Desde 1989, con mi propia empresa de interiorismo llamada Consblay, desarrollo la capacidad de crear hogar, diseñando entornos que aportan felicidad, armonía y equilibrio. Me gustaría informar que lo más satisfactorio para un coach es ver que con tu ayuda una persona puede realizar cambios en su vida con éxito.